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Irene Elisa Santacreu Cortés

Elecciones en Estados Unidos y Uruguay: Manejo de las Redes Sociales de los principales actores políticos. Por Irene Elisa Santacreu

Entorno digital y democracia representativa

El siglo XXI resulta resbaladizo para el sistema democrático occidental. Toda una herencia cultural parece desvanecerse: la democracia representativa. Sin duda, recelar de parlamentarios y políticos y la desafección política son dos actitudes mal avenidas con el ejercicio de este tipo de democracia. Ambas cuestiones y sus aledañas, amplificadas para el debate público, minan la reputación y la credibilidad de este sistema de gobierno, y lo hacen precisamente hoy, en una época en la que se diluyen los Estados tal y como los concebimos desde el advenimiento de la época constitucional.


Faltaban las novedosas máquinas del ingenierum para afirmar el cambio. Los avances tecnológicos y las relaciones que con los artilugios se pueden establecer abren las puertas a un tiempo nuevo que afecta a todas las esferas de la vida: Irrumpe el mundo virtual en los términos de la política y las redes sociales también entran en el juego. En esta ocasión, nuestra atención se centra en Instagram por tratarse de la red social preferida de milennials y centennials en España, potencial electorado de cara al futuro.


Kamala Harris y Donald Trump: Condescendencias

Desde que el manejo estratégico de las plataformas digitales de comunicación contribuyó a la victoria de Barack Obama en la carrera a la Casa Blanca, su uso se impone en las batallas comiciales. Ciertamente, a primera vista, la idea de red social casa no sólo con el llamado a la participación y a la cercanía entre ciudadanos que requiere la práctica democrática, sino con el concepto de horizontalidad, preferible al de verticalidad, un postulado que impregna el denominado artivismo, digno para remover conciencias en materia política. El movimiento de Obama en redes sociales se presentó, por ende, como una llama de esperanza para un sistema en crisis y que se resiste a desaparecer; su movimiento se percibió como un acto de condescendencia positiva.


Tanto Kamala Harris como Donald Trump recurren a las redes sociales para acercarse a los electores de 2024 a la vista de que los tradicionales medios de comunicación de masas ya no bastan. Ambos son usuarios de las cinco redes sociales que, según Digital 2024, se disputan los cinco primeros puestos por reunir al mayor número de usuarios activos en el mundo: Instagram, Youtube, WhatsApp, Facebook y Tiktok. Los candidatos llegan a contar incluso con influencers. Aun así, a priori, todo apunta a que, de un tiempo a esta parte, los candidatos del Partido Demócrata han sido más condescendientes con el uso de esta suerte de plazas públicas virtuales que se revelan no sólo en el cómo las utilizan, sino en el cuándo: Mientras Trump reproduce sus publicaciones en las diversas redes sociales, Harris las adapta a cada público. Otro dato es que el republicano no decide abrirse una cuenta en TikTok hasta junio del corriente y que se demora en reclutar influencers.


En cuanto al hecho de abrir una cuenta en la red social china durante la recta final de la campaña electoral, puede tratarse de un movimiento relativo al timing, esto es, a la gestión de la tensión del relato, a saber llamar la atención en el momento y lugar acertado, teniendo en cuenta el segmento del electorado en cuestión al que se dirige, la Generación Z.


En lo relativo al modo de uso de las redes sociales por parte de Trump, sea cual fuere la

motivación real, aparte de que a la fuerza ahorcan, lo que también podemos decir es que puede entrañar: a) una condescendencia negativa; b) asegurar la recepción del mensaje a fuerza de repetirlo. La segunda opción salta a la vista. En las últimas publicaciones, Trump recurre a la publicidad negativa para comunicar su indignación: ironía y sarcasmo contra los candidatos de la oposición y saca a relucir las propuestas menos populares de éstos. Por lo tanto, Trump mantiene su estilo y sigue explotando el descrédito.


Fuente: Feed de Instagram de Kamala Harris

Fuente: Feed de Instagram de Donald Trump


Si comparamos las capturas de pantalla del perfil de los candidatos estadounidenses en Instagram, contrasta la expresión facial de Harris con la de Trump. Aunque podría considerarse un atisbo de publicidad negativa, se impone el optimismo y la publicidad positiva. Harris no alude a la guerra de sexos como sí hace Trump, sino que prefiere la complementariedad que se traduce en “Harris Walz”. Además, aboga por la continuidad del sistema de gobierno en quienes adquieren la ciudadanía norteamericana a través de imágenes y mediante un mensaje fundamental para la modalidad de Estado en la que piensa: “Kamala Harris Plan to Lower Costs and Help Working Families”.


No falta, no obstante, la táctica retórica del mal versus bien, pero invertida, bien versus mal, la cual asoma en los issues: Compara sus propuestas con las del republicano. Aunque sean destellos de publicidad negativa, reforzados por la imagen de Trump abajo, cuya oración a pie de página (“Can he govern from prison?”) ataque directamente la reputación de su oponente, se impone un espíritu positivo y vitalista por el color blanco de fondo y a la izquierda.


Estados Unidos y Uruguay: exuberancia y templanza

La estética de los perfiles norteamericanos resulta más espectacular que la de los candidatos a la Presidencia de Uruguay desde una perspectiva española. Se constatan dos formas distintas de retórica visual: exuberancia estadounidense y templanza uruguaya. En el caso de Yamandú Orsi y Álvaro Delgado, los colores de las imágenes son más apagados y podríamos decir que no aspiran a tanto glamour como en el de los estadounidenses. Circunspección, recato, probablemente, casto, sobrio... serían los adjetivos que califican a sus perfiles de Instagram si los comparamos con los de Harris y Trump. En cuanto a su batalla dialéctica, apreciamos que los uruguayos no recurren tanto a la publicidad negativa en sus últimas publicaciones, ni siquiera recurren a la táctica de contraponerse al candidato de la oposición de forma tan impactante: Informa de un grado de un grado de dramatismo escaso.



Fuente: Feed de Instagram de Yamandú Orsi

Fuente: Feed de Instagram de Álvaro Delgado


Si reparamos en los perfiles de los principales actores políticos de izquierda y derecha, Yamandú Orsi y Álvaro Delgado, que se disputan la Presidencia de Uruguay, notamos que aquél primero menciona el rol paternal que desempeña, que se debe a sus correligionarios y que aspira a Presidente. Este orden se invierte en el caso de Delgado no sin algunas modificaciones: que la esposa queda en último lugar, pero vendría a cerrar un círculo no obstante, poniendo en el centro a las familias. Las imágenes de los candidatos sugieren dos inclinaciones distintas en lo que a jerarquía se refiere cuando de gobernar se trata: más verticalidad en Delgado; más horizontalidad en Orsi.



Fuente: Feed de Instagram de Yamandú Orsi

Fuente: Feed de Instagram de Álvaro Degado


En la columna de la derecha, en el perfil de Instagram de Delgado, vemos la publicación que

destaca “PLAN FAMILIAS” y, justo arriba, notamos la correspondencia entre poner en el centro a la familia y la oración “Acercamos el Estado al interior”. La idea de jerarquía se comunica mediante la fotografía del candidato con el can, un mensaje sugerido que en la pintura occidental es amplia.


La idea de familia, Orsi no la concibe aparentemente del mismo modo que Delgado, es decir no la concibe de una manera tan conservadora y jerárquica como el candidato de derecha. Asoma en la cruz que sostiene una mujer de aspecto mestizo, en la columna del centro. La fotografía de las niñas inmediatamente a la derecha afirma el socialismo cristiano que entrevemos en Orsi. Si bien, ambos iberoamericanos abogan, en apariencia, por la continuidad del sistema político herencia de la cultura occidental: Se vislumbra en la democracia cristiana.


BIBLIOGRAFÍA


Morales Padrón, F. (1992). Los perros en la pintura. Laboratorio de Arte, 5 (I), 265 – 274.


Canel, J. C. (2016). Comunicación política. Una guía para su estudio y práctica. Tecnos.


Castelo Heymann, S. (2023). La biografía en comunicación política. Claves para analizar y diseñar una estrategia biográfica. UOC.


Pérez Sarmenti, I. (29 septiembre, 2024). Las redes sociales: el otro debate entre Harris y Trump. CNN. https://cnnespanol.cnn.com/video/eeuu-elecciones-socialmedia-votos-presidente-harris-trump-cnn-dinero-tv/


Salmon, C. (2019). La era del enfrentamiento. Del storytelling a la ausencia de relato. Ediciones Península.

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